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El ejercicio físico puede prevenir la progresión de la escoliosis: un estudio lo confirma

¿Le preocupa que su escoliosis empeore? ¡Aquí hay algunas buenas noticias para usted! Un estudio que se realizó durante seis meses en mujeres y niñas con síndrome de Rett mostró que los programas de ejercicios intensivos e individualizados previnieron la progresión de la escoliosis, es decir, la curvatura lateral de la columna. Después de observar que dos pacientes jóvenes en este estudio se curaron de la deformidad de la columna, los investigadores citaron: “Este resultado es muy significativo ya que nunca se informó una regresión espontánea de la curva de escoliosis en personas con RTT [síndrome de Rett]”.

Las mejoras en las habilidades motoras dieron más esperanzas de los posibles beneficios del ejercicio para estos pacientes. Sin embargo, los investigadores señalaron que necesitan más estudios con grupos de control apropiados que sean necesarios para probar y confirmar los resultados.

El Journal of Clinical Medicine (Revista de Medicina Clínica) publicó este estudio con el nombre “Programa intensivo de actividad postural y motora reduce la progresión de la escoliosis en personas con síndrome de Rett”.

Aproximadamente el 94 % de las personas que padecen el síndrome de Rett presentan la aparición de la escoliosis con una mediana de edad de alrededor de los 10 años. Y el 85 % a partir de los 16 años.

Una columna curvada provoca dificultad para respirar que puede provocar insuficiencia respiratoria, una afección que afecta a los pulmones cuando no hay suficiente oxígeno disponible en la sangre. La escoliosis también puede afectar nuestra vida cotidiana al hacer que caminar o realizar otras actividades y movimientos seas dolorosos.

Se recomienda un aparato ortopédico espinal en algunos pacientes para ayudar con la postura y sentarse. Sin embargo, tampoco hay pruebas de que se pueda prevenir la progresión de la escoliosis neuromuscular ni de que las personas con síndrome de Rett se puedan beneficiar de un aparato ortopédico para la columna. La cirugía de la columna vertebral, por otro lado, según se informa, es eficaz para corregir la columna severamente curvada, pero se observó que los pacientes a menudo eligen no someterse a la cirugía.

Se cree que la fisioterapia es efectiva para corregir la postura y puede retrasar la necesidad de cirugía. Pero los estudios en este campo son limitados y no abordan intervenciones dirigidas a la escoliosis.

Un grupo de 20 niñas y mujeres con síndrome de Rett fueron seleccionadas para un estudio que desarrolló y probó un programa de actividad física para prevenir la progresión de la escoliosis en Italia e Israel por parte de investigadores.

Se inscribieron mujeres y niñas, con una edad media de 15,6 (rango de edad, 3,8 a 38,3) de la base de datos de la Asociación Italiana Rett (AlRett). Y todos ellas vivían con sus padres.
Este programa de seis meses de duración fue personalizado según cada participante y se llevó a cabo en su entorno diario durante una hora al día durante cinco días a la semana, bajo la supervisión de los proveedores de cuidados. Consistía en cuatro a siete actividades que estaban diseñadas para corregir la postura y fortalecer los músculos del tronco. Incluyeron caminar pequeñas distancias mientras se sostenía de la mano o usar la caminadora durante 20 minutos al día con ayuda, dormir con una almohada en forma de “U” debajo de la curva escoliótica del lado derecho para extender el lado izquierdo del tronco. Todo esto se realizó en la comodidad de los hogares de los pacientes.

Un terapeuta monitoreó el progreso de los primeros tres meses a través de videollamadas con los proveedores de cuidados, respondiendo sus preguntas y haciendo ajustes en los programas según fuera necesario en conjunto con otra orientación.

Los investigadores evaluaron el ángulo de Cobb, una medida estándar del grado y la gravedad de la curvatura de la columna, antes de la intervención y un año después del programa en conjunto con los cambios en la evaluación del funcionamiento motor. Para el análisis estadístico, el ángulo de Cobb de los pacientes se utilizó para distinguir entre aquellos cuyas curvas mejoraron y cuya escoliosis empeoró.

Manteniendo un cambio de 5 grados en el ángulo de Cobb como la marca para la progresión de la escoliosis, se observó que el 70% de los pacientes no empeoraron su curvatura de la columna al final del programa, esto demostró que la intervención previno mayor progresión en su escoliosis.

Entre los pacientes de este estudio, se observó una progresión de la curva promedio de 1,7 grados durante un año, que es mucho menor en comparación con el promedio anual informado en la literatura de Rett, que oscila entre 14 y 21 grados. Junto con esto, hubo una mejora en las habilidades motoras del paciente cuando se evaluó utilizando la Escala de Evaluación Motora del Síndrome de Rett.

De ocho pacientes, cuatro tuvieron una mejora en el ángulo de Cobb y de al menos 5 grados. Por el contrario, seis de 12 personas tuvieron un empeoramiento de la curvatura de más de cinco grados.

Dos de los niños más pequeños de este estudio, de 3,8 y 6,5 años de edad y ambos con escoliosis flexible no estructurada, lo que indica una curvatura pero sin rotación de la columna, aprendieron a caminar solos durante el programa, por lo que los investigadores escribieron: “la intervención pudo eliminar la curva escoliótica”.

Otra paciente joven de unos 13 años que era la única paciente con manifestaciones severas de Rett según la escala de calificación de evaluación de Rett, mostró disminución de 3 grados en su curva. La niña que antes necesitaba “acostarse o estar completamente apoyada” durante las horas de vigilia, adquirió la capacidad de ponerse de pie y caminar con apoyo.

Para concluir, los investigadores infirieron “Los casos presentados anteriormente… reiterar el hecho de que la actividad física es extremadamente importante para aquellos con RTT continuamente desde una edad temprana y que este grupo de clientes puede lograr mejoras en las habilidades funcionales en todos los niveles de gravedad y todas las edades”.

El equipo señaló que debido a las limitaciones y al pequeño tamaño y la falta de un grupo de control en este estudio, se necesitan estudios adicionales con una mayor cantidad de pacientes para confirmar los resultados.

Sin embargo, los investigadores afirmaron que el presente estudio propuso un método efectivo para prevenir la progresión de la escoliosis en personas con RTT, una población en la que nunca se han reportado tratamientos estándar para la progresión de la escoliosis.

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